El gobierno británico señaló a Rusia como responsable del ataque cibernético ‘NotPetya’, que comenzó en Ucrania y dañó a miles de ordenadores de empresas privadas y organismos gubernamentales estratégicos de Europa, Estados Unidos e India.
Las consecuencias del ciberataque provocado en junio de 2017, alcanzaron a múltiples empresas estadounidenses y europeas, que mantienen un fluido vínculo comercial con Ucrania, y también se sintieron en Rusia.
Ante las acusaciones de provocar ofensivas informáticas para influir en los procesos políticos de otros países, Dmitri Peskov, vocero del presidente Vladímir Putin, expresó que “no se presentaron pruebas. Son acusaciones infundadas”.
Con información de: El País / RT en Español.