Una ola de ataques DDoS sacudió al gobierno búlgaro durante el fin de semana, siendo Rusia el principal sospechoso, según los informes.

El tráfico inundó los sitios web del presidente búlgaro, la Agencia Nacional de Ingresos y los ministerios de Interior, Defensa y Justicia, según varios informes locales.

Empresas de telecomunicaciones, aeropuertos, bancos y algunos medios de comunicación también fueron objeto de la campaña del 15 de octubre, según el Sofia Globe.

El jefe del Servicio Nacional de Investigación de Bulgaria, Borislav Sarafov, declaró que las autoridades habían identificado a los sospechosos como procedentes de la ciudad rusa de Magnitogorsk.

Sin embargo, otros informes afirmaban que la famosa organización rusa de ciberdelincuentes Killnet ya había reivindicado la responsabilidad.

El grupo también afirmó haber lanzado ataques DDoS contra al menos 14 aeropuertos estadounidenses a principios de octubre. El colectivo ha atacado a otras organizaciones europeas este año, en ataques ampliamente alineados con los intereses del Estado ruso.

Esos esfuerzos fueron respondidos con una declaración de «ciberguerra» por parte del grupo de hacktivistas Anonymous en mayo.

Como miembro de la OTAN y de la UE, Bulgaria podría ser sin duda un objetivo ruso. Aunque la ayuda de Sofía a Ucrania se ha limitado hasta ahora a esfuerzos «técnico-militares», podría ampliarla a armamento si la Asamblea Nacional vota en ese sentido esta semana.

Los ataques a los sitios web del gobierno búlgaro habrían provocado pequeñas interrupciones, pero no mucho más que eso.

Los ataques DDoS han sido habituales durante la guerra en Ucrania, y a menudo se han extendido a los ataques contra los aliados del país.