Si bien la amplia mayoría de nosotros no somos “celebrities”, y sin duda los hackers estarían poco interesados en espiarnos, no está de más que incorporemos una costumbre al vínculo con nuestros ordenadores: cubrir la webcam.
Cualquier usuario, con nociones no muy avanzadas y herramientas no tan desarrolladas, podría vernos perfectamente a través de nuestra webcam. Por lo que, si nos interesa protegernos de eventuales curiosos, es recomendable implementar alguna acción sencilla para cubrir la webcam, siempre procurando que su ejecución sea práctica y poco engorrosa.
Por supuesto, no estamos hablando de poner en práctica acciones muy complejas, por el contrario. La utilización de un breve trozo de cualquier tipo de cinta aparece como una opción sensata, ¿no? No obstante, la eficiencia dependerá de cuestiones como la adhesión, la opacidad y la flexibilidad de la cinta. Aunque no parezca, no todas las cintas nos ofrecen el mismo nivel de éxito en nuestra misión de protegernos de los curiosos que buscan espiarnos a través de nuestras propias webcams.
Con información de: Slate.