Estados Unidos señaló al gobierno ruso como responsable de un plan para ejercer control de la red eléctrica estadounidense, incluidas las instalaciones nucleares. El operativo de hackeo ejecutado por el grupo Dragonfly se produjo hace dos años.
Es la primera vez que el gobierno de Donald Trump acusó, de manera pública, a Rusia de perpetrar ataques informáticos contra la infraestructura energética de Estados Unidos, que ha estado a merced del accionar de los ciberdelincuentes, de acuerdo a las reiteradas advertencias realizadas por funcionarios de seguridad.
La ofensiva de hackers rusos, contra ingenieros y personal técnico con acceso a los controles en las plantas mediante el “phishing”, se trata de la misma estrategia de engaño utilizada para intervenir los sistemas eléctricos del gobierno de Ucrania, entre 2015 y 2016.
Con información de: Diario Democracia.