Por Daniel Monastersky – Socio Data Governance Latam
En los últimos años, los ciberdelincuentes han intensificado sus esfuerzos para atacar sistemas informáticos en todo el mundo. Una de las industrias más afectadas ha sido la salud, donde los hospitales y otros proveedores de servicios médicos se han convertido en objetivos comunes de ciberataques.
Los ciberataques a hospitales, clínicas, empresas de medicina prepaga y prestadores de la salud son cada vez más frecuentes y pueden tener consecuencias catastróficas. Desde el robo de información personal de pacientes hasta el secuestro de sistemas críticos, como los sistemas de administración de medicamentos o de monitoreo de pacientes en tiempo real, los ataques representan una amenaza significativa para la calidad de atención médica y la seguridad de los pacientes.
A medida que el sector de la salud ha adoptado cada vez más tecnologías para mejorar la atención médica, también han aumentado su vulnerabilidad a los ciberataques. Muchos sistemas de salud dependen de software y dispositivos médicos conectados a Internet, lo que los hace susceptibles a vulnerabilidades y a posibles ataques.
Los ciberdelincuentes que atacan a hospitales, clínicas y otros prestadores y servicios médicos utilizan una variedad de técnicas, como malware, phishing y ataques de ransomware. Una vez que han comprometido un sistema, pueden robar información personal y médica, interrumpir el acceso a historias clínicas o sistemas críticos y exigir rescates para liberar el control de los sistemas comprometidos.
Además de los riesgos para la seguridad de los pacientes y la calidad de atención médica, los ciberataques a este sector pueden tener un costo financiero significativo. Los costos de reparación de sistemas y la pérdida de ingresos debido a la interrupción del servicio pueden ser enormes, y los hospitales pueden enfrentar en algunos países multas y sanciones por violaciones de la privacidad de los pacientes y otros incumplimientos legales.
Es necesario tomar medidas para proteger y fortalecer los sistemas de atención médica de los ciberataques. Esto incluye mejorar la protección de los datos, la ciberseguridad de los sistemas y dispositivos médicos, educar y concientizar al personal sobre cómo evitar y detectar posibles ciberataques, y establecer protocolos de respuesta a incidentes en caso de un ataque.
Es importante que se tomen medidas para proteger los prestadores de servicios de salud y garantizar que los pacientes reciban la atención que necesitan sin interrupciones ni compromisos en su privacidad y seguridad.