La red de T-Mobile ha sido violada como parte de una campaña de ciberespionaje a gran escala por parte de Salt Typhoon, un grupo de piratas informáticos patrocinado por el estado chino.

El ataque tuvo como objetivo a los principales proveedores de telecomunicaciones de EE. UU., que también incluían a AT&T, Verizon y Lumen Technologies, y se extendió a empresas de telecomunicaciones internacionales.

Los investigadores han informado de que los piratas informáticos se infiltraron en sistemas críticos utilizados para la vigilancia de las fuerzas del orden, comprometiendo las comunicaciones confidenciales.

Salt Typhoon aprovechó las vulnerabilidades de la infraestructura de telecomunicaciones, como los enrutadores de Cisco Systems, para acceder a registros de llamadas, mensajes no cifrados y comunicaciones de audio de personas específicas.

Aunque T-Mobile ha declarado que no se han identificado impactos significativos en sus sistemas o datos de clientes, las agencias federales y los expertos en seguridad siguen preocupados por el alcance de la vulneración.

La vulneración es parte de una campaña prolongada que se cree que duró al menos ocho meses. Los métodos de Salt Typhoon incluyeron el uso avanzado de inteligencia artificial para mejorar su acceso y sus esfuerzos de recopilación de inteligencia.

Según se informa, entre las víctimas se encuentran funcionarios del gobierno de EE. UU. involucrados en la seguridad nacional y la formulación de políticas, lo que aumenta los temores sobre posibles riesgos de contrainteligencia.

Las agencias federales, incluidas el FBI y la CISA, continúan investigando. La administración Biden ha emitido advertencias sobre la naturaleza “amplia y significativa” de la violación de datos.

Mientras tanto, las empresas de telecomunicaciones están reforzando sus defensas y, según se informa, T-Mobile está trabajando en la implementación de medidas como la arquitectura de confianza cero y la autenticación resistente al phishing para proteger sus sistemas.