A un año de uno de los mayores ciberataques de la historia, provocado por el ransomware WannaCry, expertos han expresado que este tipo de malware podría seguir provocando daños.
WannaCry aprovecha una vulnerabilidad para secuestrar archivos y pedir un rescate, infectó a más de 200.000 ordenadores de 15 países. Su acción paralizó las actividades habituales de importantes empresas del mundo, que se vieron obligadas a suspender la atención al público.
Según expertos en la materia, el programa malicioso obligaba a los damnificados a realizar un pago en bitcoins, para liberar los archivos de sus computadoras infectadas.
Rusia fue la principal víctima del ataque, ya que el 33% de sus empresas resultaron dañadas. En tanto que, en América, Brasil, México y Colombia, fueron los países más afectados.
Pese a diferentes recomendaciones, todavía, muchos equipos están desprotegidos y no tienen instalado el parche para evitar nuevas ofensivas. De hecho, un informe evidenció que en Argentina un 40% de ordenadores continúa expuesto a un ataque de WannaCry.