Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de México, culpó a adversarios políticos por la filtración de datos que afectó a casi 300 periodistas. «Hay que buscar la forma primero de saber qué fue lo que sucedió, quién jaqueó», dijo el mandatario en su habitual conferencia matutina, prometiendo que su gobierno proporcionará «apoyo a todos los que aparecen en la lista».
El gobierno de México informó que la filtración de los datos fue «parcial», pues afectó a 263 periodistas de 309 registrados en la base de datos, y que no se realizó mediante un jaqueo informático sino utilizando una cuenta legítima.
Según fuentes oficiales, «se utilizó una cuenta de usuario que ya no trabaja aquí para extraer ilegalmente estos documentos (…) Se identificó que el acceso a la aplicación durante la extracción fue desde direcciones IP registradas en España».
Asimismo, la secretaria de Gobernación (Interior), Luisa María Alcalde, dijo en rueda de prensa que se iniciará un juicio penal en contra de quienes resulten responsables. También advirtió que pondrán a disposición de los afectados que lo decidan el mecanismo de protección gubernamental a comunicadores.
Sin dar mayores precisiones, AMLO admitió que la seguridad informática «falló», apuntando que sus «adversarios tienen mucho dinero y pueden contratar a los delincuentes de más especialidad en el mundo». La difusión de esos datos busca «sembrar la idea de que nosotros censuramos, somos dictadores», lanzó a manera de hipótesis.
México es uno de los países más letales contra la prensa, con 163 periodistas asesinados y 32 desaparecidos. Al menos 43 periodistas murieron en episodios violentos en México desde que López Obrador asumió el cargo en diciembre de 2018.