Por Daniel Monastersky*
Desde hace años se viene hablando de la importancia de prevenir los riesgos de internet, de promover su uso seguro y de generar concientización digital. Todas estas medidas paliativas frente a las crecientes contingencias que la era digital introduce terminan abordándose como iniciativas aisladas, y mientras los riesgos en los organismos y empresas crecen no se logra la efectividad necesaria para minimizarlos.
Entre otras cuestiones, los recursos humanos pueden exponer información personal que comprometa su continuidad en la empresa. A su vez, la falta de medidas de seguridad en sus plataformas digitales puede facilitar a terceros la obtención de datos personales que pongan en riesgo a su familia y a la organización.
“Se necesitan 20 años para construir una buena reputación y cinco minutos para destruirla. Si pensás más en eso, harás las cosas de una manera diferente». Warren Buffett.
Pensar antes de publicar
Fotos, imágenes, audios, correos. Aunque el contenido pueda ser sindicado como personal, cuando esa información trasciende, puede acarrear consecuencias personales y profesionales.
Los videos y y audios con contenido íntimo o los tuits con opiniones discriminatorias son solo algunos ejemplos de cómo pueden estas acciones o dichos, que en un principio no fueron creados con el objetivo de causar daño a terceros, pueden destruir una reputación construida mediante años de sacrificio.
A partir de estos hechos surge la iniciativa de generar un espacio dentro de las empresas y organizaciones que pueda confluir en la creación de un marco normativo que permita dotar de herramientas y conocimientos a todos los miembros de las organizaciones en lo que a seguridad digital y concientización digital se refiere.
Con la llegada del Reglamento General de Protección de Datos Europeo (RGPD) nace un nuevo perfil, el Delegado de Protección de Datos o DPO, que tiene como función principal gestionar y supervisar el correcto cumplimiento del RGPD por parte de la empresa. Así es como surge la figura del Digital Awareness Officer o Delegado de Concientización Digital (DAO). Esta figura tendrá competencia a la hora de coordinar la estrategia de educación digital en cada empresa u organismo, estudiando y localizando potenciales riesgos o conflictos, generando normas internas y protocolos claros de actuación, brindando capacitaciones y charlas al personal que puedan colaborar en la generación de un espacio digital más seguro y un entorno afín a la política de empresa de cada organización.
* Abogado especializado en Delitos Informáticos y Protección de Datos. Socio de MONASTERSKY | ABOGADOS. Actualmente es Miembro del Consejo Asesor del Foro Mundial de Ciberseguridad. Puedes seguirlo en Twitter en @identidadrobada.